Faltó Ambición

Por Arturo Hernández

El partido comenzó con un ritmo de baja intensidad, las dos escuadras presentaron un tipo de juego en el que la idea era no arriesgar mucho, tratando de aprovechar los errores del contrario y pelotas a balón parado para crear oportunidades de gol. Con el paso de los minutos llegaron las ocasiones de peligro con un disparo lejano de Hurtado y un cabezazo del delantero Castillo que pusieron a prueba al arquero Bossio. Pero el primer aviso de gol importante lo daría el Necaxa y se presentaría en un tiro de esquina, en el que el balón terminaría dos veces en el poste.

Unos momentos más tarde Israel López cobraría un tiro libre desde la banda derecha (unos cuantos metros fuera del área grande) mandando el balón al centro del área donde Quatrocchi firmaría con un cabezazo el uno a cero para los Rayos al minuto 26. El transcurso del partido siguió en una lucha más en medio campo y sin una claridad o dominio definitivo de alguna de las dos partes, pero con unos rayos un poco más peligrosos.

Lo mejor vendría para la segunda mitad en la que los equipos tomarían una propuesta más agradable para el desarrollo del juego. Querétaro lograría poner el balón al poste derecho de la portería de Oscar Pérez que correría con suerte; sin embargo, esta no le alcanzaría para evitar que su cabaña fuera vencida y en un cobro de tiro libre por la banda izquierda, Héctor Altamirano sacaría un tiro centro soberbio que empataría el marcador al minuto 60’.

Cuando parecía que los Gallos le causarían más problemas al conjunto necaxista, el defensa Raúl Rico se ganaría su segunda amarilla a los 69 minutos, dejando a su equipo con diez hombres. Lamentablemente para el Querétaro, esa no sería la única baja del partido, ya que David Comizzo (DT) sería expulsado al minuto 70 por reclamarle a Eduardo Gasso (arbitro central) la tarjeta roja que había recibido su jugador.

De ahí en adelante, el Necaxa pudo controlar casi completamente el juego, pero sin intensidad o una visión ofensiva clara como para aprovechar la ventaja numérica. La ambición del equipo por ganar se haría presente, pero sería hasta los minutos finales del partido en los que el equipo de rayos poco a poco fue creando ocasiones de peligro. Antes de terminar el encuentro, se presentaron dos jugadas dudosas en las que se pedía penal, una de ellas fue un jalón a Quatrocchi en un de tiro de esquina y un bloqueo con el brazo de parte de un defensa de Gallos, pero ninguna de las dos fue lo suficientemente clara para que el árbitro se decidiera a marcarlo.

En los últimos respiros del partido un balón fue interceptado en mediocampo y propició una jugada en la que Darío Gandín lograría ganarle la posesión a Bossio de frente a la portería, lo que ocasionó que el portero de Querétaro se barriera a los pies del delantero y lo detuviera con una falta que marcaría Eduardo Gasso, pero en la que únicamente amonestaría al portero generando el descontento de la afición, debido a que generalmente ese tipo de jugadas son sancionadas con la tarjeta roja.

Unas cuantos minutos después y ya con un Necaxa tirado al frente, el partido llegaría a su fin dejando sin posibilidad a los Rayos de llevarse los 3 puntos y al Querétaro con la satisfacción de ganar, por lo menos un punto. Quizás, la causa podría ser que los cambios se tardaron en llegar, o que los jugadores se precipitaron en el desarrollo y creación de las jugadas, pero una cosa es segura, aunque no se jugó mal, esos puntos debieron de quedarse en casa.